Oralidad de los demonios

Oralidad de los demonios

La vida no se detiene cuando pasas al otro lado: empieza...
Cualquier csas que seas capaz de imaginar, las puedes crear,
porque todo se reconstruye mediante la imaginación...
Hogares encantadores, bonitos jardines, picos cubiertos
de nieve; cualquier tipo de entorno que puedas desear
está a tu alcance: Betty Bethards

Perire ut novare / morir para regenerarse

Al tercer día en el Lugar de los Clamores
ante la boca insaciable y muda
de lo oscuro y del olvido, irrumpió Resef,
demonio de arco y flecha, el ser-armado,
Destructor de Mitos de Ugarit, árbitro justo
debajo de la piedra, obelisco teriomórfico
del vivir infinito, kármico empero.

Y dijo: hijo de la amígdalas, peticionarios
del témporo lobular de mis gehenas y seholes,
sus bases neuronales de violencia, conozco;
su innata agresividad me da pena; pero he aquí
que les sonrío y les invito
a mi danza: Perire ut novare.

Odiosos tanatófilos, incrédulos y ambiguos,
sean ante mí la repetición continuada de la vida.
Los reuní en Lugar silencioso, apartado e insaciable.
Doy la palabra más dura. Son, en conjunto.
asesinos del ángel. Del kyron que es amor puro.

En la orgía de lo permisivo se exaltan,
en el politeísmo de la belleza claudican,
en lo más pobre del Valle del Hinón
comen los desperdicios y prefieren
ser buitres antes que nacer como Titanes.

2.

Les cité al Lugar del Clamor
(¡ay, yo que les llamé, echándolo todo a la torera!)
yo, que les dije, «que no sea necesario
que en angustia se devele la Nada y lo caduco»,
les amé, yo el rencoroso, y supliqué
(que Ella / la Muerte / la angustiante)
no vuelva a acosarlos, porque la angustia
acosa, persigue, ¡ay! y la Nada desiste,
empuja y escapa, rechaza fuera de sí
y da berrinches, suspende y enmudece,
pero... ustedes... hablen aquí, o escuchen.

Les cité para que soliciten, sean de veras...
mis peticionarios, hijos de mi espada,
destructores del Ego cesativo,
almas que ya no quieren su gangrena.

Suelten la sopa, sean manifiestos,
vuelvan al fundamento originario,
a la realidad cíclica, fluída y geometroide.
Eviten que en orígenes inferiores tengan prole.
Demonios vendrán y apresarán sus vidas
en dualidad secuenciada y el gargajo volverá a ser gargajo.
Los tiempos negativos existen e importante es
que ya su realidad sea otra.

Un algo que trascienda, calidad de vida,
siquismo renovado, pídanlo carajo de lo supraceleste:
el alma buena, incolora, intangible, la visión del ser...
y el caballo bueno, doblemente bueno con auriga.

Aquí fundé el Lugar del Clamor,
la concesionaria del tránsito
para el putredine cadaverum;
vengan otra vez por el carro alado.
Vengan, vengan, tempus fugit...

Un demonio llamado Trujillo

Y vino él, que mencionó con hágase
su nombre al que después viajó por altamares.
Huyó a su propia muerte, envilecido, pero dijo:
«Llegó Trujillo, el Generalísimo,
llegó el exterminador de mariposas».

Un émulo infeliz de Rubirosa, con nítida afeitada,
el odiador de haitianos; ¡ay! como la muerte
vino a las 5:00 de la tarde; ¡ay! como blasfemo
bendecidor de Franco Bahomonde, con amparo
del Imperio Americano... y no trajo cabeza,
¿quién lo decapitó? que clama así,
herido más por lloros de su cáncer prostático,
herido por una mano menos asesina
que la propia suya... y pidió, como el rey
que ante Moloch sacrifica a sus hijos
y se observó en el espejo de la niebla
más bruma cuando tenía una cacatúa
sobre el hombro, «pues mi cabeza no hallo»
y las manos las escondía bajo su vientre.
«El cáncer ya me comió los cojones».

El no quería el olvido; él no quería la obediencia.
«Yo sólo quiero todo mi pasado», les dijo.
Quería su palacio de caoba, atrás un arrabal
con negros vagabundos, jodidos pordioseros.
Pidió los muebles, objetos de uso cotidiana.
A Keb y Selket, que cuidaran sus nalgas,
a Amsiti e Isis, hígados e intestinos.

Ocho dioses quiso para la Gran Tarea:
Que me abran la boca, localicen mi falo,
me devuelvan los ojos, la nariz, la cabeza.
«Canallas son, maditos sean,
los que me decapitaron».

Profetas de sombra

Arrebataron las endorfinas de las voces.
(¡Que no quede gozo ni dulce labio
que musite su canto, sorbos de fantasía!)
Los profetas olerán a sombra y cueva oscura,
ya no a humedad de luz... No a esperanza
con agua rumorosa.

Espinos son las penumbras. Cucarachas volantes,
inmensas como portaviones,
agresoras en el aire oscurecido.

¡Ay, vendrán a maldecir el Ser!
a decir que no existe el Ego cesativo,
a ofertar falsos dioses por monedas,
acomodo o, en fin, prebendas,
obispados, boatos, que son sustitutos
a la inicial pobreza cisteriense y el cimiento!

Por ansias extraversas de fatula,
cucarachones de la gresca y la vivachería,
con hábitos mentales fáciles y externos,
motivan la intriga, intriga, intriga
y se arman en guerra santa, yihad,
yihad, yihad, intriga, intriga...
ansias extraversas de joder
al que es santo, necesario y justo.

... y van a espinarlos, porque ya están
en camino a la voz de yihad, intriga,
guerra santa... Echarán en agresión cuasi directa
la maldición, su demonología...
aunque bien que han evitado dar la cara
para mentir a sus anchas y desgarrar
a otros con el gozo torvo de sus cobardías.

Los conspiradores escupen sobre el polvo
del desierto, porque por allá se van
los ermitaños a refundar el hombre,
a rescatar el agua, a devolver el fuego.

Oralidad

A los heroicos pueblos de Iraq y Líbano

A estos puercos que lloran,
a estos gadarenos en medio de la lepra
de cautivos, dan por menos
y los menosprecian, llamándolos demonios,
siendo ellos los auténticos hombres,
ángeles humillados
por el Viento del Norte y la jactancia
de los mentirosos y los agresores.

Van conduciéndolos, ajotándolos al abismo.
Los ahogarán en el óxido del mar,
en la memoria del polvo y creerán, viéndolos al morir,
en mares de su veneno negro, que olvidarán así
sus crímenes y se regresarán victoriosos.

Mas no será posible: existirá... desde hoy
y para siempre, la oralidad de los demonios.

Los genocidas

Demonios del genocidio Rafael Leonidas Trujillo,
Augusto Pinochet, Efraín Rios Montt y Alfredo Strossner

¿Dejarán de oírse sus condenas, juicios sumarios
perpetrados con los únicos testigos allí,
la soledad y las cavernas? ¿O esperan por quien
los exima de sus crímenes, siendo sus manos homicidas?

¿Posarán como intachables, compasivos,
fieles, nobles, por virtud triunfantes, cuando al hombre
(aquel verdadero, que meditara y trabajara
y ciertamente que algunos persisten todavía)
es llamado loco, inútil, perverso, infiel, bestia sin espíritu?

... y no fue cierto, a los perseguidores sí,
sí los motivó su envidia; no admitieron que nada pueden,
sino con robo y ventaja, con traición a escondidas...


2.

Los dejaron con ropas pudridas y en hambre
de secos huesos. Les arrancaron el collar
que les prestó Vanadis, la joya de la Gracia
y la alegría, la cesta de las Cárites
(que es ágape, fundamento hermoso,
virtud diálectica, magia verdadera).

Vendrían de la Etruria de la toga
los advinadores del azar, hoy perseguidores,
expertos en ver demonios en el ente del ángel,
expertos en decir eres malo, gastas con lujuria
el harapo, tu sarna con gusto, rascas y no pica,
con la lepra del mundo conspiras,
pero te investigamos, acudimos
a los recursos necesarios.

Te espíamos donde menos lo creas.
Te queremos a raya.
Te llevaremos al mar y como una rata
morirás en arrecifes y oscuros fondeaderos.


3.

El hombre es el motor de una historia sin sentido,
secuela de un mundo absurdo y de un infinito
fríamente indiferente: Luis Sánchez de Movellán

Ellos no pondrían la cabeza en el asador
ni por sus madres, pero hoy son funcionarios
de jauría, expertos en conspiraciones,
en mundos absurdos, en historias sin sentido.

Hoy son gladiadores bien entrenados, agentes
de sangre fría, pentagonistas en el choteo
de los Luckiest among Lokys, camaleones,
buitres, filósofos de la Derecha antiigualitarista,
caníbales de la globalización
y el inmanentismo de lo sagrado, mas...
¡ellos no pondrían la cabeza en el asador
ni por sus madres!

... te acusarán si la amas en la biafra somalí,
en la haitiana etíope, te dirán: «Sólo creemos
en el Orden que dicte la poliarquía de élites elegidas,
nuestra democracia, nuestra dictadura especulativa».

«En la negra demonología, tu nombre será
hijo de Agar, la esclava, hijo gadareno y verraqueado
que ajotaremos hasta la mar, con el odio».

Ellos amaron el lujo y la técnica de los enanos solidarios,
incapaces de aprender y dar su sacrificio. Por eso
no inventarán nada, sólo intriga, intriga
Inventarán la miseria voluntaria. O peor:
la miseria de la guerra.

No subirán al mons púbis de vanadio por causa
de esa impura etología del ser-en lo insuficiente,
traicioneros, conspirativos, doctrinarios,
defensores del parasitismo y las agresiones.

Las intrusas

a las hermanas oscuras, a las Erides

Así como el ladrón para sí roba,
yo intervendré en asaltos y violencias,
cosecharé en hurtos, me quedaré con lo que es mío,
porque yo presto al hombre collares de vanadio
y una talega, con las virtudes del mañana,
les cuelgo cuando aún no han nacido para el día.

La delicia y sus mitos son míos.
No los cederé al vandalismo de las generaciones.
La narratividad de los días más heroicos
es el licor que preparo para mis ángeles con sed,
anhelosos de regresar a las aguas y lavarse.

La poesía es la invocación en mi nombre.
Estarán en mi llamado mis co-mandatarios,
mis hermanos postizos, mis amantes,
los que harán de su vivir pasión, maroma,
atentados, vorágine y peligro.

Bien que se vale lo que hacen. Me aman.
Robaré por ellos la delicia. Beberé
de mis antípodas la sangre, memorias enterradas,
el abandono en la pura biología; botín de mitos
rescataré por los míos, que son hoy
los desconocidos, reprimidos, olvidados...

Sin ellos, Yo La Intrusa, ¿para qué sirvo?
Yo, en discordia, soy rescatadora, útil, imprescindible
y a los que me aman, sin temor, les ayudo
a empujar la piedra cima arriba, a sudar el afán
de interés propio, lo más justo del individualismo,
hasta el lugar donde está lo mejor y más secreto
de la identidad unitaria con lo colectivo.
4-4-1992

Los hermanos traicioneros

... Eris, the healthy sense of competition:
Pierre Grimmal

... pero hasta mis propios hermanos me traicionan.
Anhelaron la discordia sin esencia, la violencia
la produjeron con razones vacías,
sin otro escenario que lo externo.

Yo, La Intrusa, puse un nombre al Dolor
y dí como alivio el Olvido.
E hice con mis partos Juramentos
para que cesara la angustia y se muriera el Hambre
entre estos egos, soberbios y primarios, que perpetúan
la rabia de violentos y sus Deseos impuros,
aberrados. Son accidentes del Ser,
cuyas entidades no quiero,
cuyas desesperanzas destrozo.

Por eso intervengo, me meto aunque
no fui llamada a las regiones del Caos
y de la irrestricta Discordia.

¿Qué será la Noche mía sino guardé en juramento
la protección del tierno lloro de la vida?
¿Qué serán las hermandades primarias de los entes,
Ares en el aire, Júpiter en el éter, si yo no metiera
mis narices en los movimientos cíclicos de los avatares
con que estos demonios gigantescos me matan
(aunque vuelvo y resurjo) y me esconden
(y yo me filtro y reaparezco, recursiva)?
Díme qué... porque yo doy nombres
y produzco memorias y juramentos por cuanto soy…
¿Qué serán los opuestos necesarios,
sin mí, la Intrusa, que sana y lava las manos vomitadas,
las sucias piedras lanzadas, los volcanes brutos de ira,
esencias de euménides en sangre y egoísmo?

Mi hermana La Oscura

En el jainismo dármico, Dharma se entiende principalmente
como el movimiento de la Dravya, o sustancia universal...

Quiero a mi hermana, la Oscura, sobre todas las criaturas.
Aunque sea la hija de la Noche, con mis enteras ansias, la quiero.
Es mi dragona verde y una hermana en la molicie misteriosa
de los movimientos, es memento mori de la Dravya
que no se observa en el día, por lo que aún en la noche
la quiero. Ella se queda invitadora en los hiperespacios;
cuando más intensamente duermo, sube las escaleras conmigo,
me fluye a los campos abiertos donde combate y es temida.

Yo la jalo hasta mí para así verle el rostro,
cobijarme en sus alas; yo le doy besos
hasta la madrugada y ella me pone nombres.
A eso se dedica.

A decir a gigantes de los mundos étereos:
Vendrá el día en que seré el equilibrio de los astros errantes
y me llamará cada hombre, sin quedar uno, a que explique
la Estrella de Seis Puntas, la gravedad y las esferas ocultas
y el Arbol de la Vida y la Esperanza y el amor verdadero.

¡Pero no la oyen! ... me importa porque yo sí la amo.
En ideales para una vida simple
pocos son quienes creen; yo sí;
de la igualdad entre varones y hembras, se forja la monda,
el chiste y la ocurrencia de códigos morales; yo no.
Con la Dravya se han limpiado el trasero, no yo
y con un «En-Sí», sin «para-sí» no la comprende ninguno.

La provocadora

a Marcianita Echeandía Font

Así comienza el descenso, lo cesativo
del Yo carnal que se vuelve cuerpo hediondo,
mosca a ratos, fatula voladora
y saldo en el misterio del ratón podrido...

Ella como esperanza, lo más grato,
es lo único que queda, pero no la queremos.
Es tabú. Mejor ni imaginarla.
¡La hermana intrusa!

Ella, a quien nadie ha querido, a cuyos hijos
llaman Angustia, Penuria, Apáticos de la Maya,
deformes con cuerpo marchito, ropa sucia
de lavaderos, malnacidos, ella nos queda.

La Provocadora, la que viene al hombre
y dice, «Para la oreja, necio» que nacerá
una doncella en Orleáns, como antes nació
la madre del profeta y se llamó María,
Santa Virgen, virgen santa,
así nacerá la primera Madre de las Naciones Libres
y Juana adolescente y campesina
se vestirá de varón y será célibe, no ramera,
aunque la vayan a examinar como a una perra.

Van a meterle dos o tres dedos por el culo.
La desnudarán y una pupila con lentes
escrutará el centro de su útero, van a oliscar
su clítoris hermoso, a dedear verificadoramente
su doncellez y, después los inquisidores
avergonzados dirán: «Puta no ha sido todavía».
Sepa la Iglesia y los Reyes de Francia,
ella no miente; pero digan al Delfín:
«Es provocadora.
En su hermosura ya tiene su pecado;
oye las vanidades de su propio ego;
que se vista otra vez de mujer.
Que haga mil penitencias y rece».

La Provocadora, la hermana que viene al hombre
y dice: «Para la oreja, necio», me dijo: Nacerá
en la casa de Cecilio Echeandía, mi hermana
Marcianita, la dulce y sola, la alegre e impredecible
Marcianita y se pondrá a bailar ante los ojos
de aquellas sus hermanas en la carne, aquellas
creyentes en valores victorianos
y, por puritanería, pensarán
que ella baila como negra de los fundos algodoneros
del Sur Confederado y los puertos de Charlestone
y Marcianita se zafará de los corsettes apretados
y con ropa liviana, corta, suave, enseñará
los glúteos y a sus hermanas, las mujeres
de principios de siglo, sus hermanas en todos los rincones,
dirá lo que ya otras repiten en la tradición de Luisa Capetillo:
«Vota, participa, rebélate, produce,
habla por aquella Eride, la genuina y oscura,
que se silencia en los hiperespacios
o en lo profundo de la psiquis del hombre,
porque tu HERMANA es».

Presentes

A mis hermanitas Rebecca y Raquel

La Provocadora, maldita porque dijo
en medio de la guerra, existe la Soberbia / el Egoísmo
y, hermano, voy a obstruirte desde hoy,
donde quiera que vea estos rasgos,
sentimientos de mi asco,
haré de mis erinías, mis vómitos, mis bascas
y alguien por hacerlo me llamará bendita,
hermana oscura de la noche.

Y fue cuando me dijo, en aguas del Río Aqueronte,
mis hermanas en la Tierra son muchas,
pocas porque tu memoria es como grano de arena;
pero cuídalas cuando las veas,
aprende a verlas donde yo las veo,
aprende a amarlas porque yo las amo.

Viaje en la montura de mi dragón

Driven visionaries, they sowed dreams and harvest dollars.
(...) He produced an affordable car, paid high wages and helped
create a middle class, not bad for an autocrat: Lee Iacocca

Y, entonces, la Dragona Verde, niña alegre /
hermana desnuda / vestida con collar de vanadio,
ninfa que me lleva al río de sus infiernos,
al Stix de su matriz oscura,
al cielo de los verdes prados, regresó
a mis ojos y me entregó sus alas.

Un día, inolvidable día, me susurró:
«Volemos al 1907. Verás a dioses pioneros
de tu mundo; él fue mi hermano», Henry,
y le vimos en Broadway, New York City.

Mr. Henry Ford al volante del Modelo T.
Ni más ni menos. Delante de la fábrica.
Un dios venido a menos; hoy, un cadáver.

«No es sólo un excéntrico del siglo. Tu siglo.
Fue el hermano que dejó los campos agrícolas
de Dearborn, Michigan y con el poder que tuvo
en doce horas y noventa minutos
se construyó el primer carro; míralo, veedor,
y escribe que desde hoy comenzará
la producción en masa, la industria,
y después la soberbia, ya no será necesario
el gas que combustiona mi aliento desde el éter,
ya no más necesaria será la luz profunda de mis ojos;
con baterías eléctricas de Edison
me olvidarán; ya no seré dragona verde
como el pasto, ni velocidad de águila.
Me van a olvidar las multitudes,
me van a decir Oscura y Mala,
Intrusa, Zorra mitológica y harpía».

«La Segunda Guerra Mundial
lo separó de mí definitivamente.
Fabricó los bombarderos B-24 y jeeps de campo
y travesías militares y, al hacerlo, no quiso
ni querría en sus fábricas voces de sindicato,
ni pacifistas ni protestatarios.

Sus productos entrarán en 33 naciones,
venderá en todo el mundo conocido.
Controlará plantaciones de caucho en Brasil,
16 minas de carbón y miles de acres
de minas de ferroníquel y acero de Michigan
a Minnessota; con crímenes económicos
y antisindicalismo controlará ferrocarriles
y puertos; aterrorizará a la gendarmeria
de su propio emporio de fiscales y empresarios.

No querrá judíos consigo ni socialistas
que le muevan el tapete, mejor dirá
«Hay que matarlos»; pero... un poco más
e idolatra al Führer, Adolfo Hitler...

«Examina pues, Carlos, la soberbia
de los demonios de los que te hablo;
míralo es Henry viejo, a los 83 años,
en su mansión de Fair Lane...
no es el mismo que víste en Broadway,
Nueva York, al volante
de su Modelo T de 1907.
A este lo espera la muerte
con los rostros del Karma».
3-6-2001

El expansionismo victorioso

Theodore Roosevelt, more than any other man living
within the range of notoriety, showed the singular primitive quality
that belongs to ultimate matter, he was pure Act:
Peevish Henry Adams


Roosevelt thought with his hips: Edmund Morris

Ven y vé al hombre que se traga
de una sentada su licuado de doce huevos.
Ven y vé al dios de energía anómala
porque él es el más serio de los hechos
que cunde el destino del ser-de tu colonia.

Como un mono se trepó a los árboles,
quiere apoderarse de algún nido, robarse
los huevos del nidaje y, ¿sabes quién le grita
que se baje? ... el senador Henry Cabot Lodge.
¿Oyes lo que le dice, Carlos?
If you knew how ridiculous you look up
that tree, you'd come down at once...

... pero, ¿qué le importa a esos demonios,
hermanos míos de lo oscuro, si arrancarían
mi cabeza, con ganas de patearla,
y revolcarla en tierra para sus retozos?
porque yo soy la que obstruyo la energía ilimitada
con que se proyectan, egos de encumbramiento
en la historia del hombre;
el poder de la pobreza y el totalitarismo
no lo quitan, no lo absorben, como yo,
con el poder de mis mensajes, las Ideas.

Retrato de la Guerra de 1898

Theodore Roosevelt, more than any other man living
within the range of notoriety, showed the singular primitive quality
that belongs to ultimate matter, he was pure Act:
Peevish Henry Adams


Roosevelt thought with his hips: Edmund Morris


«Apasionado sentido de nación», lo adulan.
No, mentira; son sus Guerreros Alegres,
chupasangres, torturadores, agresores,

Jinetes rudos, rufianes, mentecatos fabricados
por la prensa chapucera, amarillista,
metemiedo; los periódicos de Hearts
se aprovechan de sus gábilos para que digan
«Over, under or through, but never around».

Se jactan los babiecas rooseveltianos,
se glorían de batallas que apenas han peleado dignamente.
Han reclutado a los ultrajadores, ladrones, cuatreros
y van con la ventaja del auditorio culero y canalla que le aplaude.

Dijo que un lobo irrumpe en su corazón.
Un lobo que se yergue y busca a sus secuaces.
Un lobo carnicero que la ignorancia consagra
el defensor de los bosques y las ecologías
remanentes, the first conservationist President.
No, mentira: Asesinos alegres, cazadores
de mansas liebres, asesinos de búfalos
y elefantes, iniciadores del Big Business
y el Gran Expansionismo victorioso.
3-5-2002

Cementerio

¿De dónde realmente se origina ese olor
de sabandijas, roedores esquilmados,
carnalitas putrine, dónde
se arrinconan esas agonías?

Me agrede un espantajo puto,
abombao, excrementicio
de sobrajas, un juicio final
de podredumbre.

¡No me traigas aquí, Viajera Oscura!
Siempre me díste manantiales, limpios surtidores,
siempre te hallo en los prados de vanadio,
¿por qué avanzas hoy hacia esta bruma oscura?

Vuelas tan bajo ahora que los veo.
Creen que viven aún, pero sus carnes despellejadas
los delata. De sus espaldas comen los ratones.
De entre sus dientes asoman gorgojitos.


Tragedia haitiana


A los refugiados haitianos

Alguien se preguntará cómo se formó
el desierto y sus escarabajos,
con rostros tristes, cara-abajo, tirria en alto...
y por qué en tí, Tierra montañosa,
¿por qué en Haití, jardín afrotaíno?
las hordas rivales
apuñalaron las aguas
y la alborada quedó sin arcilla.

Hasta la sangre
las jaurías de tantos desprecios
han mordido al ser de sal en zanjas secas
y han nacido zombíes de junco y ortiga.

En las memorias de los riachuelos,
se olvida que América te debe el anhelo
más temprano de horizonte (1794)
y que has tenido soles duros,
escarabajos ardientes, combatientes
a la vera de plazas remotas
conjuradas en Gonaives.

Se ha olvidado que la pólvora
jamás ha sido tan heroica
tierra abajo, bajo cara,
como para evitar que el fuete
establezca al tirano y el alma trague
polvo de culebras.

Alguien se preguntará
por qué se marcaron tantas cicatrices
¡demasiadas, Haití!
en tu geografía llena de colores,
en tus negras espaldas
a pesar de voces de protesta, dentro
y fuera, tierra arriba, tierra abajo...
y el llanto y el ritmo y los pinceles
y tambores y manos amorosas
de labriegos y ventorrilleros
en las calles de Port-au-Prince
y Cap-Haitien...

Visto desde el alto Gros Morne,
es árido el aliento de cada mañana;
pero, en las tardes, hay balseros
que se juegan la vida y se lanzan
al viaje sin garantías,
a la danza de la muerte,
a los garrotes homicidas.
Aquí, años después, se les espera
porque los balazos apuran sus regresos.

La marejada de almas inconformes,
los rostros y piernas que huyen
y los pasos en flote de mar incierto,
¡son parte de la Tierra Montañosa!

¡Tu desierto de silencio y violento dolor!
Con hambre se cavan tumbas para inocentes,
tus niños sin futuro y, con tiranía y metralla,
tumbas más adultas, sedientas de libertad y progreso
y, por esta razón, se echan a las aguas,
tristes y cansados, crédulos haitianos
del próspero, modélico y justiciero Norte,
y preguntan por qué la Tierra Montañosa
tiene ríos venenosos como la hiel
y su pan sabe al dolor de playas extrañas
y la dulce lluvia de abril no regresa.

Nada regresa, todo se va.
Se miran empujados, pateados
en las bocas y en la espalda,
descritos como intrusos,
extranjeros
migrantes
indocumentados
negros
sucios
bandidos
delincuentes.
cochinos, feos, salvajes
incivilizados viruelosos, haitianos,
en fin, la descarga sedienta
del sequedal de la Tierra,
y siquiera allá reciben la respuesta.

Y aquí, a tiros enterrados en el agua,
a derrota sumidos en prisiones,
sobrevivientes,
expatriados,
devueltos a estocadas y porrazos,
el reino del terror crece entre profetas
y claman todavía, cara bajo, cara arriba,
carimuertos, tirria en alto,
proscritos y huelguistas y estudiantes...
13-8-1983
Anteriormente perteneciente a la colección
Cuaderno de amor a Haití, premiado
por el Liceo de Cultura Iberoamericana de Los Angeles

Dos seres demónicos

In the 1950s, Rafael Leonidas Trujillo Molina, a brigadier general
and commander-in-chief of the Dominican Army, ranked among
the world's weathiest people. By the day of his death, he had amassed
a net worth of $800 million. According to Time magazine, he invested
$100 million of that wealth in the United States and Puerto Rico:
Himilce Novas

En la página oscura de las ambiciones del hombre,
en el Libro de las Horas, se citaron los instintos criminales
y observaste uno... fue uno de los remeros, aquel es...
Míralo y recuerda su rostro; no le temas jamás,
no lo imites ni defiendas ni cantes loas a su nombre.

Es Trujillo, el tirano. Sumiso al Vaticano
y al Imperialismo. Es un asesino mayor,
comandante en jefe de una casta de asesinos
por los cuatro costados. Egoicamente se autonombra
como su homónimo de España, Francisco Franco Bahomonde,
el Generalísimo, el Comandantín.

Este es uno, Tu Vecino. Lo nauseabundo
que circunda su barca él lo ocasiona;
sangre enferma de sus asesinas manos.
En el Astral, la Justicia se vomita por su causa,
mira si es él lo más brutal de los mundos uránicos,
mira si en la Tierra, nuestra Gaia ha llorado suficiente
cuando supo que lo llevaron al Caribe
con Tres Viejas mudas, ciegas, sin aroma,
Circes de horizontes de dolor y engaño;
vientres sin la riqueza de los cinco sentidos.

Pudo haberlo parido una hiena; por la tripa
de su ombligo que se asomaran escorpiones.
Pudo haber sido que en vez de cartas, su padre
solapador repartiera inuendos, infamias, chantajes,
o tal vez, si lo tocara la vergüenza con su magia,
al ver a la Marina cañonera americana,
apoyando al engendro de su hijo, emitiera
un telegrama para el mundo:

El hijo de un cartero, el que nació en mi casa,
es un ladrón entre ladrones,
vendepatria de cuerpo entero, se robó
las elecciones, estafó a Horacio Vázquez,
se prepara para sembrar el miedo,
el caos, la némesis, el ultraje colectivo.

En la página oscura de las ambiciones del hombre,
toca a este paranoico dar sus treinta años de servicio
a las más bajas villanías, al egoísmo, a la inclemencia
contra el prójimo; míralo entonces, Veedor de lo ya-sido.

Lo hallarás, como hoy, escudriñando, entre viejas revistas,
cómo sostener erecto el pene, cómo estimularse, sin fallar
las puñetas, cómo intensificar sus aberradas
fantasías de sexo, a falta de erotismo puro.

2.

By 1957, Trujillo had six spy operations in place,
which supplied him with and endless stream of information
on "unreliables" and ordinary citizens. Dominicans soon learned
that a neighbor or even a trusted friend might be a spy...
He controlled the press and the schools with an iron fist, and,
thus, the minds of the Dominican peoples. He quelled dissent
through torture and genocidal massacres of the opposition,
through the close monitoring of each and every citizen:
Himilce Novas

Está tan sólo el pobre diablo.
Cree que todo el mundo lo persigue.
O que vendrán a verlo. Los que no le comprenden
e impusieron sanciones de la OEA
sobre su imperio en entredicho, esperan
según él, que les llegue. Les ofrezca migajas.
Les gestione un empleo. Les perdone un delito.
Este viaje es sólo temporario exilio.
Por lo bajo, se figura que es un dios caribeño.

Por envidia, cree que lo roban, que la gente lo maldice
cada vez que da la espalda para despedirse.
Que el Presidente Betancourt de Venezuela
es un hipócrita, títere como él de otros poderes.
Zapatillas de los extranjeros, él y sus iguales.

Está tan solo que piensa que ultrajará a las tres Mirabales.
Será esta noche. Ha comenzado matando a sus maridos;
pero él quiere a Dedée, la temerosa, la pequeña.
Ella sí le ha gustado. La clavará en su vientre.

Se escondió entre esas cajas de libros
de poesía, con informes de sexo, porno y felatorismo,
cómo ser el vigoroso, eterno salta-cama,
cómo cingarse mulatas como él y blancas del jetset
latinoamericano, o gringas putangonas
que lo quieran insaciable y él se monta a sus haitianas
por el ano, mientras medita cómo hacer que sus opositores
le chupen el capullo, de rodillas ante él.
Que hagan lo mismo. Así quiere que hagan Dedée, Patria, Minerva,
María Teresa, todas, todas... y que lo llamen…
Generalísmo, perseguidor de Mariposas.

Algunos no obedecen; no se acercan a la mira
de sus pistoleros, asesinos en uniformes,
diseñados por él mismo; costurero de homicidios.
Saben quién es. El alcance de su conturbernio
con el imperialismo; el yankee que lo instaura.
Lo utiliza, lo condona, lo impone.
El, suplidor de café para los gringos,
tabaco y caña, tiene a sus amos contentos.

Habla con sendos acentos sus pestes contra el comunismo;
apoya la Doctrina de la Guerra Fría, las torturas
de la Mano de Hierro contra quien mencione
al Nuevo Hombre, con su sociología
ajena al robo, la acumulación, el ultraje
de los solidarismos y la valentía
que lo sostiene todo.

Mira allá... manotea ante una escena
de su engañoso karma; él ordenó el secuestro
de Jesús Galíndez, profesor de Columbia University.
«¿Cuántas veces tendré que matarte?», le pregunta.
«¡Sigues vivo! ¡Por tu culpa tengo problemas
con el Congreso del Norte! ¿Quieres dinero?
¡Tómalo de estas cajas, son mías, traje mucho,
todo el dinero del mundo, hoy es mío!»

Rodeado está de gorgojos y no lo sabe.
Todo lo que aparenta que es real es su mentira.
Está solo, ya no hay matones a su lado.
Jesús Galíndez, como yo, no se asomaría
a este pasaje del ser. Bitácora mortuoria.
No él, no yo, por propio gusto.

3.

La ayuda militar dada por los Estados Unidos ha creado
o impulsado la ventaja relativa de los militares sobre los civiles:
Octavio Ianni


a Julieta Alvarez, novelista dominicana

¿Es ésto un areito? ¿Se han pintado con totito
de achiote esta noche las almas de mis Antillas?
¿O ésta es otra visión de la bruma? Lo desconozco.

¡Oigo tambores! me está doliendo lo tierno del oído.
Mas ya no hay ese olor escabroso de horas antes.
¿Qué veo, en realidad? ¿Que me díste a escuchar?
¿Dónde me llevas, Viajera?

¡Gritan ese nombre! Trujillo el asesino.
Oigo los ayes, millares y reclaman cadáveres
Tiesos en cañaverales, cadáveres de negros abaleados.
El luto se alimenta de tambores. De vudú santo.

Más ensordecedores hoy que los disparos
de metrallas por los cafateles, más atronadores
que las matanzas que a Trujillo enorgullecen,
es el darwinismo social, la mentira de la Patria Nueva,
sin esos negros que por gusto de matarlos
como a ratas los nombran como inmundos invasores.

¿Por qué mienten y dicen que es agricultor
y ganadero y que en la Villa de San Cristóbal
obtuvo el honor y la lealtad incondicional de los suyos?

Lo llaman Doctor, no matarife, Benefactor,
no asalta pueblos, apropiador de los ajenos
hatos y cuatrero, Padre de una Patria Nueva.

¿Por qué deifican a ladrones y verdugos?

Déjame que te diga
como yo lo supe atestiguado: valentón en armas
del intervencionismo extranjero, yankee
de corazón perverso nacido en la mulatada
de opresores de su propio pueblo.

El espíritu de Roosevelt se le pasó a la sangre.
El «Fair Deal» de Truman gábilos alimenta
con anticomunismo, lujuria instiga para que despoje
a su prójimo. Que los asesine en nombre
de nueva paz y librempresarismo.

Su solución a los límites de frontera
con el vecino haitiano, es supresión a ese obreraje
tan negro como el silencio oscuro de los cobardes
y antisolidarios, tan negro como el agujero
que se lo traga todo, en singularidad
de extremo cósmico y asfixia de la luz.

Déjame que te diga, Viajera, lo que me dijeron
los tambores esta noche, cuando les sobra
más llanto a mis ojos, con el sentido visual
con que me dotas en medio de los muertos.

Dieciseis mil haitianos se murieron;
ninguno escuché en el orbe mundano que dijera:
¡Hermanos, seres míos, fraternas criaturas
que han de llamarse el hombre, el ser-viviente,
colaboradores de la zafra, manos labriegas,
colectores del cafeto! ¡Hermanos míos!

Se echaron a dispararles en cruces de caminos,
a violar sus mujeres, abrir a cuchillo sus niños.
Uniformados a la hechura de Trujillo, benditos
con la anuencia de los americanos, ajenos
a una consciencia que detenga el genocidio.

Un demonio llamado Henri

Ahora qué pensaré de Henri Christopher,
despótico cómo fue, cruel desde su roca oscura,
Emperador de los bichos siniestros en el Aire!

¿Qué lugar daré a Jean Pierre Boyer
si invadió a Santo Domingo y no salió
en veintidós años del territorio que no le pertenece?
¿Qué hicíste Vilbrum G. Sam, qué mala
dictadura perpetuante, con qué atrajíste al yankee
que se quedó con tus aduanas y,
por diecinueve años, te llamó ingobernable
tabernáculo de demonios; qué será de tu conciencia
Sténio Vicent, qué será de tu país, hoy,
21 de agosto de 1934, cuando Roosevelt
retira sus marinos, sus tropelía
de asaltos pacificadores?
19-8-1983
Anteriormente perteneciente a la colección
«Cuaderno de amor a Haití», premiado
por el Liceo de Cultura Iberoamericana de Los Angeles

No tengas miedo

No es Eris quien vino a tí.
Te dejé por un instante, tan breve en rigor,
y se acercaron los espesos panteoneros,
los suculentos ultrajadores del Aire,
demonios promisorios de jactancia.

Un solo momentillo les basta para ahogarte
en su danza macabra, festival de alas rotas
y resonancias criminales e ilotismo.

Aférrate a mi plumaje, a mis palomas blancas.
Apetécete en mis pezones. Bebe mi leche nívea.
Enróscate en mis muslos con tu tierna tibieza
y de mis suaves tersuras, aprende, afírmate
como lo harás fielmente en tu mundo
hasta que aprendas la erótica de lo solidario.

No irán en barca de gloria

No subirá a la barca de gloria ninguno / ninguna
cuyos tratos hayan sido con las viejas cochinas
/ las Gracae, traidoras, obstruyentes
del Sendero de Dicha / porque el misterio
que me da la Muerte es el evangelio del Reposo.

Tú poco has presenciado todavía.
Poco tienes aún para comunicar al mundo.
¿Tú... qué añadirás al canto de mi sociología
si no te muestro realmente lo que ha sido
y lo que viven los hijos de la muerte?

Hoy quiero probarte los sentidos
y que despierten bien, vívidamente,
donde yo te envío, pues en el aire nauseabundo
es que navegan estos atrasados entes
de la bullanguería, el karma sucio de los mentirosos,
el escándalo vil de noveleros y Don Nadie.

Oralidad para ser escrita

Escríbelo para esta oralidad de los demonios.
Lo que aprendas pásalo a tus hijos,
a tus amigos, a tus colegas. Dílés que...
víste la muerte conmigo, la olfateaste,
te ensordecíste con el quejido de los que mueren
injustamente tronchados por la espada, sabes
ya el clamor de la herida, la roncha que levanta
el tormento, la memoria que deja una tortura;
tú sabes, porque ya conmigo te conmueves,
el sabor verdadero de las lágrimas
y el misterio de oro lectivo que ella forja
en la carne hermoseada por mi encuentro,
en el ser-de-lo tierno.

En esta oralidad de los fermentos, hay
mucho que tocar con los sentidos, hay
mucho que devolver al ente, hay
mucho que saborear antes de proclamar
qué es un veneno, el mal aliento, el asco.

¿Qué es la muerte?

La muerte es el mejor de los procesos.
La muerte es el poema del poema.
La muerte es el inicio de las mejores creaciones.
La muerte da su esencia para todas las caducidades.
La muerte es la sensación de que eres infinito
y la certeza soy Yo, tu informante del ego-cesativo
en tu garganta cantora para las madrugadas.

Te doy en vida, mi Verdad, te presto ya
la Joya de mis alegrías, la erótica de mi esplendor,
mi juventud eterna, mis Cárites. Contigo
me echaré en la sepultura, contigo ya tengo compañero.

2.

Si no te conociera, Carlos, desde antes
de que pudieras recordarme, no sería tan espléndida.
Te diría lo que a otros que aún no me han creído.

«Usted está cerca de mí. Problamente, aprenderemos
que la misma llama nos tiene encendidos:
Vida es saber que un poco de mi luz será suya,
aunque yo sea la muerte y que también su pabilo iridiscente
comunica calor. Un poquito es mío. Somos alientos
que se aproximan, cohabitantes metáforas
de comunión en la Tierra y buscan darse un beso».

Alguna vez la mariposa que vuela se está quieta
sobre la hoja visible. Somos entonces las metáforas
del humus en el aire y bajamos atraídas por idénticas ramas.

3.

Hoy somos usted y yo que nos citamos para reconocernos
como larvas... Usted leerá un poema que mi mano
estuvo sacando de la Llama de mi eterna existencia.
Usted, sentado(a) a mi lado como oyente
se volverá tantico mi garganta, mis sentidos
porque sus palabras alguna vez se las dije
(pero usted no recuerda, yo soy la muerte siempre).
Usted quiso decirlas, pero no las sabía todavía
hasta hoy que pudo recordarlas; usted las dices
por ambos, pero me pertenecen.

4.

Ahora yo seré una parte de sus ojos.
He hallado sus pupilas tan fieles y gozosas
que allí, en sus cuencas, me gustará
que se coloque mi escenario, las pupilas mías
porque yo doy lealtad a mi geografía,
memoria a los seres que adoro.
Yo hoy te amaré por tus ojos;
picotéame tú con los tuyos.
Mírame como yo te he mirado.

5.

Sea mi sentido el que ve cuando ya no veo.
Amame, por mis viejas palabras.
Usted trae ojos de gozo y, yo por usted,
olvido ojos de llanto, admito vibraciones sonoras
como un eco, alguien me habla, se atreve
a hacerlo, aunque yo soy la muerte.

6.

Hay una geografía de los dos en este instante.
Al fin sé que estamos juntos, siendo
intransferiblemente distintos. Si hemos de estar tan cerca,
díme un Yo Dulce, voy a tutearte. Seamos la misma llama.
Observemos el mismo fuego y, si me prestas las pupilas,
aunque sea por lo que dure este simulacro de la muerte,
amaremos el encuentro. Volveremos cada vez que tú mueras.

A oídas me vuelvo rumorcillo de aguas.
Sé que te gusta el Chorro de Collazo,
el Lago Guajataca y siempre fluirán manantiales
si estamos juntos. Los produciré en los lugares
donde tú me digas; en nombre de las ninfas
que tú amas; a alguna quebrada llámala
Mirabales, como el barrio de tus ancestros,
tu madre, tu abuela, los Cadafalch y Vélez,
los Ortices, los Prat, los Alicea...
voy a suplir el agua. Voy a hacerte una fuente.

A pálpitos, ya sospechas mis metáforas mayores,
a corazón las creíste, las metíste en tu vida,
en tus existenciarios, soy tan feliz
porque tengo un amigo que me cree y las comparte.

Tú te has citado en mi rincón y avanzaste
con tu paso suficiente y yo salí de mis paraísos
ya que llamas al ángel... y me delato si vengo
y al decirte «Te quiero». Estarás a solas conmigo.

Tenemos un poema y una llama
y un paisaje y un riachuelo y en común
provocaremos que fluyan muchos manantiales.
5-2-1995

Los criminales

Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles
de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados,
de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos,
por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la Tierra:
Hebreos 11:37-38

A otros en cambio les diré: Ustedes son peores.
Tienen el corazón vacío.
Vestidos están de crímenes hasta la médula;
pero se reúnen a invocar los nombres
que ellos conocieron, sin la culpa que a ustedes acusa.

Sin las lágrimas de puercos, brutos gadarenos,
tan hambrientos, pobres, maltratados, cubiertos
de pieles de ovejas y cabras, fugitivos de allá para acá,
sustituyen por sus caprichos a los autenticados
por su fe, su creatividad, su justicia.

¿Qué ofrenda van a dar, a dejar por testimonio?
Ustedes son peores; echaron a Agar al hambre,
al abandono; levantaron un puñal contra el niño risueño,
Isaac de la promesa; ¿para qué hablan entonces?
¿para qué su estado y su sacerdocio?
¿para que su democracia y su humanismo cívico?
¿para qué su chueca lealtad de mercenarios
en nombre del más útil, o el más apto?

Al que todo lo sufre, lo vive y lo declara,
al que se ha dolido hasta la sangre, han ido a buscarlo,
les dieron patadas, abrieron a espada sus vientres.

Los folcloristas del crimen

Ustedes son peores.
Han cantado corridos para los criminales,
el narco, el vicioso, los exterminadores;
los idealizan puercamente
con su chueca lealtad de mercenarios.

Sustituyeron, perversos, el honesto
testimonio del que se dolió hasta la sangre
para danzar sus pies con furia de galaxia
por lo bueno y lo hermoso.

Pues bien, no andarán conmigo
ni brotarán canciones de sus labios.
No se llagarán en estigmas de amor
para que yo les cure, no compartirán
conmigo, misterio y llama.

Hagan sus corridos, tigres del Norte pudrido,
sur de mentacatos, homicidio y descarrío.
Prediquen sus razones oscuras, sean pavlovianos
con los monos y los perros de sus folclorismos.


Hijos de mis cinco sentidos

A los míos, a los que llamo Mis Hijos,
Pueblo Amado, enanos de los Cinco Sentidos,
mi esencia doy, instruyo con la sorpresiva presencia
de mi hallazgo, con la irrupción acompañante
del Ser-mío; doy mi pan que es dulce muerte,
y la continuidad de otra vida, el Futuro.

¡Bendito sea el que quiere un porvenir
y lo jala por el calcañar y el que siendo güero
y velludo como una pellizca, se resurge, se plasma
con presencia sublime con dos querubines
en sus ojos y emocionada voz que dice:

«¡Aquí estoy, quiéreme como al primus inter pares!
Asómame pues a la vida que entre sombras estoy
y sediento por autenticidades. ¡Házme cantar
para los vivos porque en vano me cansé
por hacerlo a los muertos! Yo soy el ladrón
que más amo lo que tienes en lo oculto
y, más allá del tiempo de mis años,
me gustarás como mi cómplice
y acompañarte, Viajera Oscura».

Ego, cesa ya

Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.
Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob
pues me ha suplantado dos veces. Se apoderó
de mi progenitura y aquí ahora ha tomado mi bendición:
Génesis: 21: 35-36

Bajo la piel del carnero
(mas no en la página vacía de la indiferencia
sin sustancia) está la bendición, el camino,
la estrella más brillante: David en seis sentidos
expresado, el hijo con raíz, a son of the Soil!
e Isaac que bendice y yo, Viajera Oscura,
que los recibo donde Astrae es justicia
y un valle de vanadio, mis lágrimas.

Pero lo que está bajo la piel
es mío. La carne es caduca, pero no lo son
mis ríos uterinos, la Tierra que protejo.
La doy al hombre / mujer por abrigo y amparo.
Ego, cesa. Yo te recibo; despídete de la Madre,
de los nichos ecológicos, de amores gentilicios,
de la íntima simbiosis, de las vecinas dependencias;
ego, cesa. El ego tiene que morir, irse conmigo,
dejar que yo sea su memoria, su nuevo canto.

Todo lo que quito, al fin y a la postre, lo devuelvo.
Si. Soy ladrona de vida pura; no quiero Ego de muertos.
Digo, en la orilla de las Estigias del planeta,
Desligáos del cadáver. Un cadáver no sirve.
Sóis más que huesos mugrientos;
la vida sin los huesos, hoy se inicia.

Desligáos de toda memoria que no sea
su amor profundo, olvidáos de las cosas,
las mecanicidades, las inesencias frívolas
e impuras. Ego, cesa.
¡Alma, múerete ya!
Así podrás vivir conmigo.
1-29-1998


Florecerás

Y el padre que moría dijo al hijo que amó
como yo dije a él, a quien amé:
Quien tarde llega al botín, redefina sus palabras.
Despójese de sus rutinas, aléjese del mosto
y de las viandas de la Tierra y cultiva su primera rosa,
haga su guirnalda de claveles que me entregará
como corona que paga su transporte.

Antes que la flor muera, lo subiré a mi barca
y la rosa será su perfume, el aroma
de los nuevos propósitos, florecer por breve sea
la vida, florecer, florecer nuevamente.
2-9-1998

Merde de gens

Cuando vengan merdellones a tu lado,
merde de gens, fulanazos que todo lo saben de oídas
y lo alegan a labio partido, cuando hayas dicho, amado mío,
que la muerte te conversa muchas cosas y se rían
(y por reírse de tí, los maldigo), quien de tí se burla,
conmigo busca el pleito, repítelo: lo que vibra
en el vientre de la Muerte me lo dice.

Ella me explica su sentido de amor
(la gratitud evolucionaria existe), me habla
del Reposo y el sendero que lleva al futuro
cuando cesa el yo y aprende. Y vuelve.
¡Hasta sobre política me habla la Muerte!

«Te estás volviendo loco, no es posible»,
oigo cuando lo dicen, pues no tengas pena.
Respóndeles: Es la muerte el asunto más político
que existe y la entidad que más sabe de Justicia
ella es y la experta más prudente en el juicio
del coloniaje, la explotación y el imperialismo.
Acerca de todo... conversa la Muerte conmigo.
3-9-1998

Los cínicos

The meaning 'faultfinder' for Cynic came naturally
from the behavior of countless Cynics who in their pursuit
of virtue pointed out the flaws in others. Such faultfinding could lead
quite naturally to the belief associated with cynics of today
that selfishness determines human behavior: Wikipedia

¡No tengas pena! Llámalos cínicos.
Más perros son que que el pulgoso animalito
(fiel mascota de Diógenes de Sinope)
y con él, su perro, conversó a sus anchas.
Opinaron, con ladridos y palabras,
sobre justicia y costumbres, guerras y corrupciones,
la esperanza, la noción de infinito, de pasiones.

El perro parecía que entendía y él más que el otro,
gozaba, meneando la cola y por gozo
se orinó contra la pata de una mesa,
allí mismo, al lado de la banca en que comían.

A él, filósofo de enjundia, reintérprete socrático,
se le vio erecto el nabo y exageraron, ¡oh Dios!
al decir que se masturba en plena calle
para que gente lo vea, no siendo cierto...

Que no te carguen la mano, Carlos, como a él;
díles tú, cínicos, kunikós, perrunos...
que no la hagan cansada.
Si te creen criticón y juzgamundos,
que poco importe.
Ellos son nominalistas, acusadores, mentirosos;
hijos del rasero y las frivolidades, se asustaron
cuando dices: ¡Política!

La Muerte no es mística.
La Muerte es el asunto cotidiano.
El conteo de masacres y pobrezas.

Los obscenos

Los obscenos, sinvergüenzas, ganapanes,
tiemblan cuando oyen esos términos:
la muerte cotidiana en el cotidiano
y cada vez más intenso y temible imperialismo.

Díles que yo te lo dije: Eres el optimista más grande
de la Tierra por ser el antiimperialista consumado.
El imperialismo va a morir como se muere todo.
El Lobo de Hobbes es precario y criminal en su juicio,
mas él murió y se morirá quien crea
que, por siempre, ha de ser
Lobo el hombre para el hombre.

Un perro es más noble que un lobo
y el perro muere.
3-9-1998

Llegaron los Marines

Al sufrido pueblo guatemalteco

No sé de qué lugar salí, pero estuve perdido
(tal vez en una tumba, en cruz sin nombre).
Es que no sé mi acento ni el color de mis ojos.
Me han callado por años; nazco para morir.
Me asesinan los anticlericales de Barrios,
la Depresión, hacendados de Ubico.

Con Mariano Gálvez llegaron los anglófilos
y cambiarían mi mundo. Me quitaron las tierras.
Saquearon mis templos. Lucharon por enmudecer
lo que fue mi protesta. Con Justo Rufino Barrios
me aludió la tiniebla. Quemaron mi garganta
y me quitaron sorbos imprescindibles de mi aliento.
El despojo se adelantó a mi tumba.
Ya nunca tuve nada: ni suelo ni descanso.

Ahora están saliéndome los ojos
(seguro que estaban escondidos en el monte,
pero no puedo abrirlos gozosamente todavía);
ya sólo veo nubarrones... En el poder está Ubico.
En las calles, las revueltas. En la lejanía,
tropas del gobierno americano. Marines.

La élite cafetalera se va de las manos alemanas,
otros frutos se quitan al británico, ¡ay! cómo duele
levantarse de una tumba e intentar alzar la voz
contra tantos imperios; mejor vuelvo y me duermo.
¡O hago que me duerman a balazos!

Este día ya no pudo ser más oscuro,
llueve, se ha ido formando el cielo a chuzos,
pero de sangre: el profesor Arévalo
tiene los estudiantes en las calles entre gritos
y el General Ubico se ha enojado
y, con él, las tropas yankees, las bananeras,
los cafetaleros; mi voz no se atreve
a sugerir que existo. Este año con sus lluvias
rojas, homicidas, son la muerte, militando,
otra vez militando y el viento es un soplo de almas
arrancadas a los cuerpos y el sol que se aglutina
es un preámbulo, recoge cuerpos secos y áridos.

Quiero perderme en una calle del vacío.
No hallé un rincón que me diera alegría.
Un cuerpo en regocijo que se acercara al mío.
Voy a levantarme otra vez.

Escuché, sin querer escucharlo, que el Coronel Arbénz
está entregando tierra a mestizos; yo tengo
los ojos alemanes y la piel mestiza,
con un color café que tira a rojo. Ojalá
que descubran mi rincón en el campo.
Me desepulten del todo, me ofrezcan
un cafetal si me levanto. Yo lo cultivo.

No sé por qué salí. Llegó un terrateniente
y me jaló del brazo; yo me aferré a su talle.
«Vamos a quejarnos con Dwight Eisenhower
y venga conmigo, fíjese en sus huesos».

1.5 millones de acres van a darlos
al campesino comunista. Ya ni en la sepultura,
en calma, dormirá a gusto el hombre.
Bombardearán la Ciudad de Guatemala
los Marinos lo dijeron.
«Lo harán aunque nos duela».

Caminamos ese día, presurosos, en silencio.
Desde Honduras llegó un sendo contingente de la CIA.
Seis aviones volaron y nos vieron, 2,000 tropas a pie
nos encontraron; nos llamaron la izquierda sublevada
y el Coronel Carlos Castillo dijo: «Hay que matarlos».
Tenía el apoyo de Puerifoy, embajador americano,
los empresarios, el derechismo oficialista,
el ejército, los torturadores, Arbenz Guzmán
se fue como un vapor huidizo, con él
el sueño de la reforma agraria, con él
volvieron mis huesos a la tumba,
más dolidos y cansados.

Los Catorce grandes

Han buscado el Ala protectora,
pues digan el Gran Amén, Catorce Grandes,
que se beba el café de las oligarquías
que la mano del más pobre y despojado cultiva;
desprestigien y tiemblen con el salvadoreño
Arturo Araujo, destitúyanlo con la fiera saña
de los generales, sáquenlo con la ayuda de la CIA,
ejecútenlo con Farabundo, dá tu orden, Maximiliano:
30,000 nativos insurrectos no son nada;
de muerte se han llenado por centurias los campos,
las ciudades, las aldeas, las covachas de los miserables.

¡Dáte gusto, Maximiliano Hernández Martínez,
métete en las alas protectoras del Aguila del Norte!
Conoce a los Halcones. Farabundo es tonto útil,
cuasi mártir, universitario; su embeleco,
el FMLN que se disuelva en miedo,
que lo reentierren los muertos
y estudiantes correlones.

Ustedes los cómodos, buscones, crédulos hijos
de la pleitesía, catorce grandes, élites cafetaleras
para mercados internacionales, son los que podrán
construir ferrocarriles, pavimentar las calles,
ir a los conciertos, teorizar las estabilidades
(definir la democracia y el progreso)
y tienen suerte. El Ala Protectora está para ayudarlos
y desde el 1930, el nido de esa águila bendice;
de Centro América pueden expropiar hasta alemanes,
pueden burlarse del británico, con el visto bueno
de Einsenhower; la CIA bendice al pollo,
métanse bajo el ala de su plumaje grande.

Digan Amén, así sea. El hombre-bestia adviene
en el séptimo día de las guerrillas del '70.
Lo que importa es que organicen
Escuadrones de la Muerte. Para el '80, puede
que no quede nadie, ningún rival que se atreva
a cuestionar el régimen, a recordar matazones
o decir Abajo el yankee, muera el imperialismo.

Los Santitos Zelayas de los nicas liberales
son macuarros, desde el inicio del siglo.
Diseñamos a la medida nuestros protectorados;
a repúblicas que no saben gobernarse
ni tener super-contentos a sus conservadores,
las enseñamos ad hoc; sólo digan Amén,
pidan armas y marinos, digan el presidente es confiable
y acabamos a Sandino, lo mismo que a Farabundo.
Matamos hasta la muerte; colgamos
de los cojones a la vida...

... pero digan Amén, agradecidos, miren
al cielo el poder del Ala, vean el Ala
del poder y sepan que son la certeza del progreso,
el viento vitamínico en el Aire, la alaza dadivosa
de los temerarios, elegidos redentores.
La democracia universal viene del Norte,
el policía es celoso, la doctrina sagrada.

Digan Amén, no se olvide de gritarlo
con pecho vibrante, usted, Tacho Somoza,
¿quien le enseñó a deshacerse de Sandino?
Su fiel escudo: el Ala Protectora, dios-América,
con la Mano Invisible y el Dólar Todopoderoso.

Tardaste en darme gracias y un poeta de la izquierda
te disparó en las sienes, Luis Somoza, yo mato
hasta de un paro cardíaco, díme el Amén que debes
porque los malagradecidos se vuelven sandinistas,
marxistoides, mis neuras... digan Amén, pues yo
me pongo nerviosa como un ave moquienta
y quito las ayudas que te doy en pago a la obediencia,
suspendo préstamos del Banco Mundial y Fondo Monetario.

Doy y quito, ninguno más que yo, el Imperio,
me parezco a la muerte.

El karma de Esaú

Nos consumimos diciendo lo que se dice,
pensando lo que se piensa, haciendo lo que se hace,
en fin, viviendo como se vive. Mientras así sucede
el existente humano cursa una existencia impropia e inauténtica...
Esas posibilidades de relación de ser a partir de la existencia,
se malgastan en la banalidad: Silvio Maresca

Entre otras patas están, bajo el buche vanidoso
y emplumado de halcones, aves de ajeno mundo.
Entre sueños de su gallina boba
y gallinazos que no empollan se cobijan,
aún así, los mitorrales de nativos y extranjeros,
en contubernio degradante, huelen
a huevo pudrido, a nido colocado
en la cachaza plomiza de lo ajeno,
al hervor de lo contaminante.

¿Para qué tiene campos, trigos y maizales
Esaú, el primogénito, si a cada paso en su ocio
de Don Nadie bosteza las centellas lamentosas
y su dictum se reduce a: «Tengo hambre,
me duele, me encabronas, me quitaste»?

¿Para qué quiere árboles si nos los cuida,
se cuidan solos, me compete nada más cortarlos;
para qué sus tierras si no las cultiva,
para qué riachuelos, si faltan las ninfas,
entes de las fuentes sedientas de canto?

Si está mudo, ciego, ensordecido,
su abundancia es falsa primogenitura.
Es poseedor de karma, desventurosa
será su plusvalía y está maldito,
ay misteriosa justicia, siendo objetiva
en los libros de las horas, para el texto maravilloso
de los símblos y su piel vellosa es el velo,
la frontera animal, barniz de evolución inútil.

Por eso no acceden para él las metáforas
de la mañana ni las danzas luminosas
del espacio espléndido, techo cósmico
lleno de pupilas estelares, palabras magnánimas
que excitan, consuelan y ennoblecen.

Los símbolos son como los sueños
y Esaú no sabe soñar.

El dharma de Jacob

Vengo a quitarte todo lo que no es tuyo.
Te quitaría los ojos (no sabes observar),
pero no temas. ¡Quédatelos, Esaú!
... por si un día te topas con el pozo de tu tumba
y te caes en vida, que al menos sepas que tuyo
fue el andar, el trecho de camino e improvisaste
el capricho, las señales, hasta dar con el último acomodo,
el féretro, la ineludible muerte, lo incompleto.

¡Quédate, orejón, con las viandas!
Hay azadas que conocen cosechas
y entran a la dulzura de los frutos.

Tú entras al sabor ajeno y te relames
en el dolor del que produce. Eres un explotador.
Amargo es el sabor de tu mosto y aún la sombra
de tus palmares; la vid de tus huertos ofrece
más tristezas que alegrías; nadie canta a tu lado.

… porque eres el látigo del capataz, el heredero innoble,
el dueño parasitario y tu voz ordena a los mustios
y tu paso se adelanta a la inocencia y la tienta
y sucumbe, por lo que en tí se juntan
todos los feneceres, la tragedia del mundo.

Aquí, sin embargo, ven por el pan
y bebe lentejas nuevas: he guisado un salmo
y, en mis estrofas, sobreabunda la abundancia,
el empírico aviso, las señales de contentamiento.

Aquí se proveen por caridad, o lo que sea.
El sol es una olla desde la que sirvo a todos
potaje que refresca, nutre, leche que se esparce
en los ríos, en las navas, en los hatos de las villas.

¿Por qué a tí, hermano, no habría de servirte?
Sea amo o siervo, prudente o descarriado,
doy porque produzco y sirvo porque es justo
que el más grande sea el protector del pequeño
y el más sabio que el instruya al ignaro.

La primogenitura colectiviza el poema del sustento.

El ruido mundanal de las comadres

Te quitaría los sonidos de la boca, la garganta,
la noción de que oyes y que hablas. Sin embargo,
es tan poco lo que escuchas; es tan pobre
lo que dices... que no... ¡mejor quédatelas!

No soportaría muchas chachalacas
y te ahogaría en ellas, al decirlas.
Ere sólo un grajido de rumores,
eco de los gritos de sirenas,
ruido mundanal de tus comadres.

La primogenitura

Liberty turned out to mean freedom from all self-restrain,
and equality turned out to mean the destruction of all differences
of rank and even of nature: Allan Bloom

Robaré únicamente lo que será para tí
estorbo, escarnio indeseado, lo inútil,
lo que en tu esfera sonora
has amordazado, presencia que en lo táctil
de los días, quedaron sin cariño, símbolos
que díste por vacíos.

Para tí no existe el aroma, ofrenda de lo grato.
Puertas cerradas me llevaré.
Seré yo quien la abra y conoceré el abrazo tibio
de los encerrados, los amorosos, los tiernos.

Me llevaré la enseñanza. Es necesaria
para la muerte digna… morir un poquitico dia con día.
Al mirar al horizonte, viendo círculos,
recordaré el Código del Todo.

Aprenderé que hay almas preexistentes, no se desaparece,
no se olvida el Ser ni sus deseos ni lo incorruptible
que yace en lo invisible ni el estado de carencia
que se liga a sensaciones, por más nimias que sean.

Lo que tengas por broza, por berzos, por nada,
como pordiosero que escarba en zafacones,
lo quiero, voy a seleccionarlo, porque tanto corpacho
que tienes, tanta abundancia de músculos fibrosos,
y dejas amores amenguados en la esquina,
los colmas de tristeza; todo se adormece contigo
en incompletos despertares, en tirriosas vigilias.

Lleno estás de privilegios inmerecidos.
Tú no agradeces. La dignidad la encarcelaste
en los instintos, tú reprimes al prójimo,
pero te sobreindulges. Te hartas te impureza
día con día. Me reprendes, me persigues
porque te digo: ... Cuántos pasos das, Esaú,
pero tan mínimo camino, cuánta raíz en lo sublime
heredaste y te conformas en el presente
con tu sombra; qué ávidos sentidos en la carne,
qué maravillosas hormonas, potencial de mensajes,
y qué pobre el mensaje que circulas...

Por eso quise la primicia
de la herencia, primogenitura de destino;
por eso te robé, tísico en el alma, vagabundo cósmico.
Ciego reo de la Llama, verdugo cariduro de los yamadutas.

Es la forma de quererte, mi samsara, porque eres avaro,
raquítico de espíritu, y maldices con los cinco sentidos,
en tanto yo los alabo. Doy a las madres su canto
y loas a sus benévolas cavernas uterinas,
sus riachuelos para el dios-pez del Acuario.

Ante Yamaraja voy, me presento ante el Gran Maestro
del Ocaso, y por tí pido, ay, que aprenda él …mansedumbre
y caridad y autodominio porque cómo tornas de ominosa
la vida de otros hombres, cómo afligen (los que son como tú)
el karma de sus pueblos, el karma colectivo...

Karma es ser-ahí

A la divinidad totalizadora,
a Baruch Spinoza que la nombra

Dios no es su más allá de una morada entitativa:
libertad, belleza de los fundamentos, espacialidad,
cimientos de intramundos, posibilidades,
memoria, reminiscencia... Esaú te olvida.
Te cambia por un plato de lentejas.
Cree que te oprime porque oprime él al prójimo.

Con ideologías de pensamiento escupe a Brahman,
apaga la Luz Divina, vagabundea los siglos.
Llámale Iblis, Desesperación.
¿Es él un huérfano? Es triste.
¿Su alegría verdadera? Ha consumido
el perico y el basuco, lo comercia, lo difunde.
Llámale, Ewah. Locura.

¿Es un estéril? Sus mujeres abortaron a sus hijos
y hay siameses en su casa, no se cuajan,
en su jardín todo se muere y se deforma
hasta la flor del rosal y los claveles.

Un día, armado de Baruch, le dije:
Quiere al mundo, quiere a lo humano
porque ese ámbito abierto es tu morada,
el cimiento de tu ética, tu elemento originario.

No le dije que la llamara Luz, sólo calvero,
no le dije que la designara refulgencia,
no ocultamiento, preyacer divino,
lo Uno y Reunidor, Dios.

Fue tan poco lo que dije: «Existe. Desea».
Como existe una rata, o el capricho de una ardilla,
juguetona, nerviosa, desea porque nadie desea
más que Penia, la pobreza, y sin pobreza
no hay Amor y falta Madre.

Digno es que seas fiel como la luz desocultada en el otero,
que seas como la llama que necesita el aire,
como la tierra que necesita el espacio, res extensa,
vientre humano, ovogénesis, larvas asexuadas,
charca para una ondina que naufragar no quiere
en la parálisis, ay, hermano mío, existe y desea.

Dále al anhelo de ser su estructura óntica.
Que trascienda la niebla mas tenga biología.
Da-sein quiere locación, toca a las puertas.
Quiere lugar, quiere mundo, una zona,
o burdel, o madriguera, su-ahí, ser en-el-mundo.

Excelencia de ladrón

En toda alma humana hay contrariedad;
un lazo profundo une la enfermedad y el remedio:
Erixímaco, en El Banquete

Usted no tiene excelencia de ladrón.
No sabría ni cómo alimentarse.
Por eso no sabe lo que dicen los demonios
ni los ángeles. Ni recuerda ni comprende.

Ahora se pregunta qué chácharas me embolso,
con qué bagatelas se huye mi costal.
Si me jacto de ladrón, algo he robado.
Cree que lo entiende. Lo dudo.

Pues yo hurto las memorias necesarias
de mi viaje; yo robo, en lo profundo de la Psiquis,
lo más bello, la Philía, intuiciones de amor,
amor como algo que falta, amor de alguien
o de algo, mas amor que puede ser mío.

Siempre hay por miles propietarios
de baratijas, soplones de acusación
y escamoteo, ricos que en el fondo son tan pobres,
¿qué puedo yo contra sus contrariedades,
qué sé si me será provecho que vaya y los robe?

Es decir, soy diestro. Robo honestamente
y con ventaja desde la fragua primitiva y salto verjas
y brinco, con alas propias sobre demonios alados,
engañosos e impuros, a los que ya reconozco,
caídos desde el viaje del Arrojo y del Nidaje.

A ellos, yo no me les acerco.
Muchos son como perros salvajes
armados con colmillos de civismo,
ocultos en simulacros de buena voluntad.

Te dan abrazos, te hablan dulcemente;
condenan a dictadores y parásitos,
pero son chingaqueditos y, en verdad,
no roban lo que yo, in meditatio mortis.

Comprensión del ser, presencia anticipada
de lo más propio y de lo más fecundo.
Libertad. Unidad. Armonía del Todo.


Las palabras prestadas

El Dasein, con su angustia, revela su íntrinseca nihilidad...
La muerte, basado desde el punto de vista empírico-óntico,
sólo es un existentivo estar vuelto hacia la muerte:
Martin Heidegger

Como ha pedido mis palabras prestadas
y las utiliza a diario, por vicio y capricho,
leerme será su trago amargo,
inoportuna mueca de sus ojos.

Cuando mi poema por accidente se vuelva suyo,
sepa que es inútil un aviso de sibila,
o la súplica evangélica de encomendarse al Cielo,
o postrarse de hinojos y cantar aleluyas
porque los diablos quedaron derrotados
y los que rezan van al cielo.

Yo soy un poeta que orbita sin dar consolaciones
y el fin de estar en el mundo, según dice mi texto,
es que vamos hacia-la muerte y ésto es un poema
con mi encuentro, y una mano que roba en su morada.

Esto es lo bello del poema, ser hurto,
voz de prófugos, asco decible por seres
que se ocultan de la muerte y la traicionan
con sus vidas y la aborrecen con sus recuerdos.

2.

Quedamos muy pocos maldecidores de estirpe:
maldigo el mal. Pongo dedos a su llaga
que es el cobijo segundo de lo óntico,
la praxis miserable con lo vivo.

Aunque haya una suprema bondad del Ser,
según Orígines, yo reniego tercamente de lo otro:
Que el mal no exista, que el mal sea sólo No-Ser,
desunión, ausencia de ser y de deseo,
accidente, vagabundeo, samsara,
confusión, gratuidad, muerte.

No. Maldigo: «El mal existe»
y es la Renegación más cotidiana,
Verleugnung, rehusante en las márgenes reales,
ocultamiento, mascarada, cobardía ante lo traumatizante.
Sicosis, fetichismo, contubernio con los extravíos.

Los simulacros

What is the distintion between forms of life
that express life, and forms that dominate it?:
George Simmel

¿Por qué reniegan de la verdad o nacen sin bases firmes
estos bichos que saltan, de nuez en nuez, que se asoman
a las superficies de sus madrigueras?

Se quedan en el rasero, sin la forma ni el espíritu
y parece que flotan, ardillas filósoficas simmelianas),
¿por qué sus acrobacias y sus pirotecnias?

Nos heredaron este mundo neopagano y apolítico.
Este impresionismo que se escurre del mundo,
sin la riqueza vital de posibilidades, sin naturaleza esencial.

¿Dónde está la comunidad real que, siendo mortal,
sea capaz de asumirse, quererse libre y resistirse?
Me dijeron que ha muerto por la falta de huesos.

La acuchillaron con discursos retórico-barrocos.
Levantaron su corazón apuñalado en una espada de Jehová,
Señor de los Ejércitos; la desprestigaron como la cabeza
que se arranca a los buitres y se deja secar en el desierto.

En epifanía de Absoluto se diseñó la pólis
y el esclavo, en la sociología de su caldo de cultivo,
hierve. Le dijeron que no hay muchos que puedan elevarse
por encima de las leyes. No hay superhombres participativos.

No hay democracia hoy ni ciudadanos libres.
Una cartera vacía es el orbe y el hombre, uno y cada uno,
entes escasos, empobrecidos, hijos de bruma,
de comprensión mínima y subjetividad sectaria.


Los vampiros

A George Simmel, primer sociólogo de la modernidad

En la sociedad de mercancías, en la habitabilidad
marginal del que cuenta sus monedas y ruega
deconstrucciones y cuidados para sí,
ninguno se mira a los espejos.
Los espejos no existen.

El monstruo no se ve. Nada lo refleja.
Todos son monstruos, o van a rumbo a serlos.
Todos tienen el beso drakulado.
Hay simbiosis de masas y vampiros.

Ninguno hay que crea que ese amor de sangre
succionada, explotación inhumana,
se ha extendido como pandemia
desmesuradamente infame que a todos ata
como mansa res uncida a la noria
de la miseria impecable.

En el espíritu de época, Zeitgeist
es la modernidad: transitoriedad del Imperio
que nadie reconoce, la tiranía del Reich
que es como el vampiro, propagación
de su beso y su prole entre víctimas
que serán los futuros opresores.

La filosofía del dinero

Sólo los opresores no cambian. Son siempre igual de estúpidos...
La mayoría de los occidentales aún no los identifican como tal.
No reconocen su monstruosidad: Carlos Frabetti


George Simmel, representante cristalizado de la época
previa a la primera guerra mundial, el único auténtico filósofo
de su tiempo al ser al ser la verdadera expresión del
fragmentado espíritu de éste: Francisco Gil Villegas


La filosofía del dinero lo ha teoriza claramente:
la libertad tiene un precio, un precio tiene todo.
El que quiera ser rico robe a otro, esclavice,
manipule, engañe, despoje, súbase
a la espalda de su víctima, chúpule la yugular,
afiáncese en el beso draculesco, pero diga
que no existe en su corazón mal alguno,
torvo interés, mala voluntad, virus de monstruo.

Usted, con su Zeitphilosophie,
es sólo el hombre indispensable,
el empresario hacendoso,
activo gallináceo de los tiempos,
abejita en el reinado de la especie,
una reina en la realización vital
de un mundo burgués y democrático.

Usted está tan sola, entre fieras que se comen
una a la otra; usted es una reina, cercada
del obreraje estéril y de zánganos y le incumbe
perpetuarse en la idea de la superior cualidad
de su dominio, su excelencia, su enjambre.

¿Qué tal si viene un macho y se la come?
¿Qué tal si la aguijona otro aguijón que no sea suyo?
Usted que reparta la miel, usted que vea la insuficiencia
y remedie con su juicio el principio de las comunidades.

Los posmodernos

No es que el tiempo sea, sino que el ser-ahí produce
su ser como tiempo... El tempo es lo que hace posible
ese estar-por-delante-de-sí-estando-ya-en: Martin Heidegger

Mira por qué te muerdo los ojos
(para que veas sin ellos), cuando vayas conmigo,
lo que está por delante de tí y está ya
tu vida en vida, vivenciado… En cinco sentidos entramada
tu conciencia de mundo. Entiende por qué destrozo
tu nariz que se queja del hedor que te circunda.

Examina por qué te cerceno los brazos y te obsequio
alas y vehículos que te da el amor con que cobijo...
míralo, viajante que te bilocas, porque no te conformas
con la acción ordenadora del lenguaje
y fundas el poema, uno ajeno al Fatum
y a las alteridades engañosas
del annihilatio mundi.

¡Qué mucho te diré sobre el Tiempo
(el que no es sólo durar, sino finitud del ser-ahí
que trasciende), qué mucho por informar
sobre el tiempo que no es sólo el simmeliano espíritu
de época ni posmodernidad extrarracional, voluntariosa!

... pero ésto es real. Los constructores de ilusiones
existen, el coro de hipnotizadores se puso
delante de sí, en el tiempo, delante de tu vida
y la ajena, estando-ya-en, contra tu gusto
y los criminales son los cómplices directos
y te cobrarán el aire, el oxígeno,
una vez que descubran el asma de tu madre,
una vez que descubran las rutas a tus puertos.

Te cobrarán las aguas el día que digas: Tengo sed,
la sed humana, la virtud de acudir a manantiales.
Te cobrará la tierra porque no tienes tumba.
Lucrarán con tu casa, tu renta,
tu habitabilidad entre los marginales.

Te negarían el alimento.
Muy poco importa la boca de las mayorías,
muy poco, sí, la necesidad del hambriento.

Obsesos del Gran Consumo

La modernidad rechaza las comunidades tradicionales
a cambio de la promesa de realizar una comunidad de iguales.
Dicha promesa tan sólo en el formalismo de los derechos
y no en la realidad de los hechos: Pietro Barcellona

Porque observas por-delante, estando-ya-en
precomprensiones de futuro, porque hablas
con las urgencias de voces de Ilustración,
hombre moderno, te llaman utópico, kropotkiniano,
anarco, tribal, descamisado, energúmeno, envidioso;
tú que sólo quieres tu morada, un vestido y un pan
y que tu renta básica la dividirías
por un abrazo honesto, la philía y el amor.

Hasta el ocio te vendrán a quitar
los que hoy proponen el progreso técnico,
el comportamiento diseñado,
la propiedad, la producción,
el Gran Consumo.

No comprenden que observas por delante,
aún no saben que estás ya-en
y conoces los ofertorios de esos propulsores
de la muerte, sepultadores del ajeno hedonismo,
embrutecedores de los cinco sentidos,
cultivadores de olvido y mansedumbre.

Los buitres

In its simplest form, Prussianism is blind submission.
It is a philosophy of a Military Order that sought primarly
to mantain its position against possible revolt of the conquered.
It is a spirit of an army carried over into into a bureaucracy
and into a society itself... It is discipline, and servility.
Standardized: Edgar Mowrer

Antes que arribaran los buitres de la propiedad
privada ilimitada, teóricos de la necesidad de capital,
idólatras del dinero, antes que Simmel les llamara
espíritu y carroña de sus tiempos, antes
que endeblecieran la forma de vida y vida de la forma,
se pidieron en sacrificio, como piden
los demonios, a doncellas y juvenes,
las almas de los sumisos, ciegos de obediencia
y servilismo. Alguien que les miró las caras
les llamó Reyes de Austria, imperio
de Guillermo y Federico.

Guillermo II ha hecho dimitir a Bismark.
Rusia, Inglaterra y Francia por primera vez
tiemblan ante el expansionismo colonial y comercial
que siempre ha sido, que delante a sí, estando ya en,
se petrifica en los ojos, te come la mirada
sin concederte nada, sólo muerte.

La guerra entre naciones en la puerta
se detiene; toca, pide lo mejor de los jóvenes,
azota en el clamor de los viejos, va hacia Verdún
un chacal de Potsman, hijo del Káiser.
Se desatarán las memorias del intervencionismo
en Dinamarca, Austria, el Sur-Oeste de Africa
y las manos de Hinderburg y Ludendorff, garras
son y claman sangre, el imperio napoleónico
se ha desvanecido, pero ellos quedan.
Ha subido a un trono el Káiser
y un archiduque austríaco se suicida
y Congreso de marxistas se apodera de Erfurt
cuando se renueva la triple alianza del fascismo.

Nos van a cerrar los ojos los prusianos.
La ola de violencia está a las puertas.
Los burócratas y la burguesía,
los emperadores y las religiones, van a darse
a la mano, van a buscar sumisos y canallas,
matarifes, asesinos profesionales.

1 comentario:

  1. Una maravilla Carlos toda esa alquimia que desbordan tus textos

    Un abrazo
    Edgar Ramírez Mella

    ResponderEliminar

Acerca del autor

Acerca del autor

Biobibliografía

Carlos López Dzur, miembro de la Generación de Escriores y poetas del Setenta en Puerto Rico. Comenzó a publicar sus libros en los 80; educado en la Universidad de Puerto Rico, San Diego State University, Universidad de California y Montana State. La mayor parte de su obra expuesta en las redes de la internet. Se ha dedicado a la enseñanza de Historia y Filososofía Contemporánea y el periodismo. Tiene más de una veintena de libros escritos (prosa y poesía). Entre ellos, «Teth mi serpiente», «Tantralia», «Lope de Aguirre y los paraísos soñados», «Berkeley y yo», «El pueblo en sombras», «Heideggerianas» y otros.